Bueno, como anticipé en el anterior post, el viernes 2 de junio estuve en un concierto, en "el" concierto de los Red Hot Chili Peppers, aquí en la capital imperial. Entraré un poco más en detalle con esta pequeña crónica de tan memorable día.
Mi pequeña mandarina y yo, teníamos las entradas desde hace meses, y por fin llegó el día, despues de tanto tiempo, por fin ibamos a ver en concierto a uno de nuestros grupos favoritos.
Lo teníamos todo preparado, dejamos a nuestra pequeña bestia con su abuela, para no tener distracciones. Desde por la mañana, poco hice en el curro, salvo oir canciones y canciones de los susodichos, deseando que llegaran las 15:00 horas para poner un pie en la calle.
Comimos fuera, con unas amigas que iban a concierto con nosotros, la beilla y pechuguita, estuvimos hablando de lo divino y lo humano hasta las 17:30 apróx, que decidimos marchar e ir acercandonos al lugar del evento. Allí quedamos con una prima de mi pequeña y con Vagnar, pues ambos venían al concierto también. Una vez todos juntos, nos fuimos a tomar algo hasta que fuera la hora. Vagnar, la Beilla y Yo entraríamos pronto, pues teníamos entrada de pista y queríamos estar cerca. El resto tenían asiento reservado en la grada y por lo tanto no tenían prisa. Como nos fuimos pronto, no pudimos ver a Yelmo de Troll y señora, que también venían, pero que habían quedado más tarde con mi pequeña.
Sobre las 19:15 estabamos ya en la cola Vagnar, la Beilla y Yo, tras un poco de incertidumbre, sobre si nos dejarían pasar una botellita de agua o no. Finalmente pasamos al interior del recinto. Recorrimos sus laberinticos pasillos hasta llegar al lugar del escenario. Nos acercamos hasta pocos metros del escenario, en la parte derecha, pero tras unos momentos de duda, pensamos que sería mejor el lado izquierdo, pues es donde iría el bajista, el mítico Flea. Así pues nos cambiamos de sitio y nos sentamos en el suelo a esperar, así de agradable charleta, estuvimos hasta que se apagaron las luces y comenzó el espectáculo, aunque quedaría mejor decir el especta-culo, porque los teloneros (cuyo nombre desconozco) eran unos raperos con un DJ ¡manco!, que hacía scraching ¡con la nariz!, cuyo único momento bueno fué cuando pincharon una serie de clásicos del Rock como base, para rapear. En fin patético.
Entonces de nuevo un pequeño descanso mientras los técnicos preparaban el escenario y los instrumentos de los RHCP.
Como referencia, decir que estabamos a escasos dos metros del escenario, en la parte izquierda y que tanto Vagnar como yo estabamos ansiosos por hacer un poco el animal...
Lo primero que me llamó la atención fue la batería de Chad, mu' bonita en amarillo-naranja, que se iluminaba al golpear, ¡yo quiero una igual!.
Y entonces, a las 22:05 (con solo cinco minutos de retraso) empezó el festival...
Empezaré describiendo el montaje: sencillamente genial, sin pirotecnia, sin humos, unas luces en el fondo en las que proyectaban colores e imágenes, y cuatro pantallas donde proyectaban lo que unos cámaras que había por el escenario captaban. Además estas pantallas se movían alineandose y monstrando imágenes de mayor o menor tamaño, muy buen gusto y muy bien colocado. Todo muy iluminado, mucha luz, lo que permitía desde mi posición verlo todo sin problemas, incluso había luces que iluminaban al público. En reumidas cuentas, un agradable espectáculo visual. La única pega de estar tan cerca es que no podía abarcarlo todo con la vista, tenía que verlo por separado.
Comenzaron calentando los instrumentos, Flea correteando por el escenario con un pijama de licra de lo más hortera, Chad aporreando la batería y Frusciante como poseido por el espiritu de Hendrix. Entonces empezaron a sonar las primeras notas del Can't Stop, y comenzó la locura, apareció Kiedis y empezó el recital, a partir de aqui solo recuerdo gritar y brincar, cada nuevo tema que tocaban era una maravilla, todos mis sentidos estaban a mil, especialmente el auditivo y el visual.
Tocaron temas nuevos y grandes clásicos. No los apunté y mi memoria es patética, pero estaban el Can't Stop, Californication, Me & my friends, Throw Away Your Television, Otherside, Scar Tissue y por supuesto en los bises, Under the Bridge y Give it away. Y del disco nuevo tocaron por supuesto el Dani California, y Snow (Hey Oh), Torture Me, ó Tell me baby. Además Frusciante nos deleito en un momento del concierto con una versión interpretada por el solito del How deep is your love de los Bee Gees, mítico. También hubo momentos para el desparrame, como Kiedis tocando la bateria mientras Flea y Frusciante se marcaban unos solos. O el broche final para terminar el concierto donde una vez más Flea y Frusciante nos regalaron una ida de olla de distorsiones, volumen, pedales y paranoias varias. Al final practicamente dos horas de deleite visual y auditivo.
Yo debo reconocer que se me fue la pinza un poquito, y salté, boté, empujé, golpeé, fui golpeado, vamos que me lo pasé como un enano con un hacha, ....tanto que la pequeña beilla se nos perdió en la cuarta canción más o menos y no la reencontramos hasta que no acabó el concierto. La pena es que me faltó la camara para hacer fotillos a los tipos, aunque casi mejor así, pues no me distraje con nada. Además pechuguita se llevó la suya y aunque de lejos, tenemos fotillos.
Cuando la cosa terminó, con gran tristeza por mi parte, volvimos a la realidad, salimos a la calle, donde hacía airecillo fresco, y con la camiseta empapada en sudor, la cosa no pintaba bien.
Nos encontramos con el resto del grupo, saludamos a Yelmo de Troll y parienta, besé a mi media mandarina, intercambiamos impresiones, y aparentemente a todos nos gustó mucho. Decidimos ir a terminar la noche a una taberna, aunque yo antes tuve que ir a por mi lanzadera espacial. Desgraciadamente a medio camino recordé que me había dejado las llaves del hangar, dentro de la nave, por lo que no podría recuperarla hasta el día siguiente cuando estuviera abierto. Decidiendo que esto no afectaría el transcurso de tan maravillosa noche, volvimos a la taberna y allí estuvimos hasta que rendidos y viejunos, decidimos retirarnos a nuestros respectivos hogares.
Mi pequeña mandarina y yo, teníamos las entradas desde hace meses, y por fin llegó el día, despues de tanto tiempo, por fin ibamos a ver en concierto a uno de nuestros grupos favoritos.
Lo teníamos todo preparado, dejamos a nuestra pequeña bestia con su abuela, para no tener distracciones. Desde por la mañana, poco hice en el curro, salvo oir canciones y canciones de los susodichos, deseando que llegaran las 15:00 horas para poner un pie en la calle.
Comimos fuera, con unas amigas que iban a concierto con nosotros, la beilla y pechuguita, estuvimos hablando de lo divino y lo humano hasta las 17:30 apróx, que decidimos marchar e ir acercandonos al lugar del evento. Allí quedamos con una prima de mi pequeña y con Vagnar, pues ambos venían al concierto también. Una vez todos juntos, nos fuimos a tomar algo hasta que fuera la hora. Vagnar, la Beilla y Yo entraríamos pronto, pues teníamos entrada de pista y queríamos estar cerca. El resto tenían asiento reservado en la grada y por lo tanto no tenían prisa. Como nos fuimos pronto, no pudimos ver a Yelmo de Troll y señora, que también venían, pero que habían quedado más tarde con mi pequeña.
Sobre las 19:15 estabamos ya en la cola Vagnar, la Beilla y Yo, tras un poco de incertidumbre, sobre si nos dejarían pasar una botellita de agua o no. Finalmente pasamos al interior del recinto. Recorrimos sus laberinticos pasillos hasta llegar al lugar del escenario. Nos acercamos hasta pocos metros del escenario, en la parte derecha, pero tras unos momentos de duda, pensamos que sería mejor el lado izquierdo, pues es donde iría el bajista, el mítico Flea. Así pues nos cambiamos de sitio y nos sentamos en el suelo a esperar, así de agradable charleta, estuvimos hasta que se apagaron las luces y comenzó el espectáculo, aunque quedaría mejor decir el especta-culo, porque los teloneros (cuyo nombre desconozco) eran unos raperos con un DJ ¡manco!, que hacía scraching ¡con la nariz!, cuyo único momento bueno fué cuando pincharon una serie de clásicos del Rock como base, para rapear. En fin patético.
Entonces de nuevo un pequeño descanso mientras los técnicos preparaban el escenario y los instrumentos de los RHCP.
Como referencia, decir que estabamos a escasos dos metros del escenario, en la parte izquierda y que tanto Vagnar como yo estabamos ansiosos por hacer un poco el animal...
Lo primero que me llamó la atención fue la batería de Chad, mu' bonita en amarillo-naranja, que se iluminaba al golpear, ¡yo quiero una igual!.
Y entonces, a las 22:05 (con solo cinco minutos de retraso) empezó el festival...
Empezaré describiendo el montaje: sencillamente genial, sin pirotecnia, sin humos, unas luces en el fondo en las que proyectaban colores e imágenes, y cuatro pantallas donde proyectaban lo que unos cámaras que había por el escenario captaban. Además estas pantallas se movían alineandose y monstrando imágenes de mayor o menor tamaño, muy buen gusto y muy bien colocado. Todo muy iluminado, mucha luz, lo que permitía desde mi posición verlo todo sin problemas, incluso había luces que iluminaban al público. En reumidas cuentas, un agradable espectáculo visual. La única pega de estar tan cerca es que no podía abarcarlo todo con la vista, tenía que verlo por separado.
Comenzaron calentando los instrumentos, Flea correteando por el escenario con un pijama de licra de lo más hortera, Chad aporreando la batería y Frusciante como poseido por el espiritu de Hendrix. Entonces empezaron a sonar las primeras notas del Can't Stop, y comenzó la locura, apareció Kiedis y empezó el recital, a partir de aqui solo recuerdo gritar y brincar, cada nuevo tema que tocaban era una maravilla, todos mis sentidos estaban a mil, especialmente el auditivo y el visual.
Tocaron temas nuevos y grandes clásicos. No los apunté y mi memoria es patética, pero estaban el Can't Stop, Californication, Me & my friends, Throw Away Your Television, Otherside, Scar Tissue y por supuesto en los bises, Under the Bridge y Give it away. Y del disco nuevo tocaron por supuesto el Dani California, y Snow (Hey Oh), Torture Me, ó Tell me baby. Además Frusciante nos deleito en un momento del concierto con una versión interpretada por el solito del How deep is your love de los Bee Gees, mítico. También hubo momentos para el desparrame, como Kiedis tocando la bateria mientras Flea y Frusciante se marcaban unos solos. O el broche final para terminar el concierto donde una vez más Flea y Frusciante nos regalaron una ida de olla de distorsiones, volumen, pedales y paranoias varias. Al final practicamente dos horas de deleite visual y auditivo.
Yo debo reconocer que se me fue la pinza un poquito, y salté, boté, empujé, golpeé, fui golpeado, vamos que me lo pasé como un enano con un hacha, ....tanto que la pequeña beilla se nos perdió en la cuarta canción más o menos y no la reencontramos hasta que no acabó el concierto. La pena es que me faltó la camara para hacer fotillos a los tipos, aunque casi mejor así, pues no me distraje con nada. Además pechuguita se llevó la suya y aunque de lejos, tenemos fotillos.
Cuando la cosa terminó, con gran tristeza por mi parte, volvimos a la realidad, salimos a la calle, donde hacía airecillo fresco, y con la camiseta empapada en sudor, la cosa no pintaba bien.
Nos encontramos con el resto del grupo, saludamos a Yelmo de Troll y parienta, besé a mi media mandarina, intercambiamos impresiones, y aparentemente a todos nos gustó mucho. Decidimos ir a terminar la noche a una taberna, aunque yo antes tuve que ir a por mi lanzadera espacial. Desgraciadamente a medio camino recordé que me había dejado las llaves del hangar, dentro de la nave, por lo que no podría recuperarla hasta el día siguiente cuando estuviera abierto. Decidiendo que esto no afectaría el transcurso de tan maravillosa noche, volvimos a la taberna y allí estuvimos hasta que rendidos y viejunos, decidimos retirarnos a nuestros respectivos hogares.
Bueno, fue un gran día/noche...
Muy buena crónica, te saliste macho!
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