Como el Madison Square Garden está encima de la Penn Station, primero fuimos aquí para sacar unos billetes de tren para hacer un viaje relampago a Washington el jueves. Una vez hecho esto, entramos en el estadio para cambiar nuestras entradas obtenidas vía internet, por entradas de verdad, y ya con las entradas en la mano, pues nos dimos una vueltecilla para hacer tiempo hasta la hora del partido. Yo tuve que ir al hotel a dejar la camara de video, pues los señores a la entrada del estadio me dijeron que no se permitían grabaciones de video durante el partido. Mi media mandarina me acompañó, y luego yo la acompañé a ella al Macy's donde estuvo probandose ropa durante meses, hasta que al final se decidió por una chaqueta que segun me dijo era una super ganga que te cagas.
Y así llegó la hora del partido, entramos en el estadio, compramos unos dedos gigantes de gomaespuma de esos que se ven en la tele (si lo se, pero es que somos victimas de la sociedad actual), buscamos nuestros sitios, que resultaron ser la ultima fila de la ultima grada principal, vamos que estabamos lejos, pero podía ser peor. Pese a todo, se veía bastante bien. Acudí a la barra para recoger viandas, para mi y mi mujercita, un par de perritos, unos nachos, y unas cocacolas tamaño medium, o lo que es lo mismo, de 1,5 litros lo que significa que la grande era como de 2 liltos.... Y así, pertrechados con nuestros dedos de gomaespuma, nuestros perritos y nuestras cocacolas, empezó el espectáculo. Lo primero el himno nacional, salio una tipa que creo que era una actriz, así como con mucha dignidad y tal, la gente se levanto, aunque no era el rollo que me imaginaba de mano en pecho y frente alzada, se levantaban y se callaban, punto, más o menos lo mismo que hice yo, para no ofender a nadie, (ya sabeis, son gente de gatillo fácil).
La cosa empezó flojilla, yo estuve aprendiendo a usar la camara, haciendo cientos de fotos, y algún video.
Los tiempos muertos y descansos entre cuartos, era lo más divertido, porque los únicos que descansaban eran los jugadores, el público disfrutaba de algun bailecito de las animadoras, de los niños bailarines, de la orquesta de harlem, de alguna entrevista, de concursos, no había tregua, cada vez que se paraba el juego, alguien salía a pista para entretener al personal, lo tienen bastante bien montado. En el descanso de mitad de partido, decidí levantarme y bajar por las gradas para ver hasta donde podía llegar, y la verdad es que llegué hasta prácticamente pie de pista, genial. Estuve mirando por si veía a algún famoso pero nada, hice algunas fotos a pie de pista y vi a los jugadores a tamaño real. una vez terminado el descanso, volví a mi sitio.
La segunda mitad fue más entretenida, el partido estaba más reñido y el público más entregado, y divertido. Cuando los Knicks atacaban la música era más cañera, y el público coreaba al ritmo impuesto por el marcador la frase "Let's go Knicks", y cuando defendían, la frase era "De-fense". Justo delante teníamos un grupo de disminuidos psiquicos (no, ninguno salía en Gran Hermano), que se lo estaban pasando en grande, gritaban más que nadie.
Hacía el final la cosa estaba igualada, aunque los Sacramento aparentaban llevar la iniciativa, la diferencia era siempre de pocos puntos. Los últimos segundos fueron emocionantes, un fallo en un triple de los Kings, decantó la balanza y los Knicks ganaron el partido, para gran regocijo mío, pues a fin de cuentas, el dedo de gomaespuma era de este equipo...
Salimos de allí sin problema ni excesivas aglomeraciones, y decidimos seguir rumbo norte e intentar ver Central Park. Desgraciadamente llegamos cuando estaba anocheciendo, por lo que en lugar de adentrarnos en el parque, tiramos hacia otro lado, vimos el Lincoln Center, una especie de palacio de congresos y musica, y danza, y arte, y cosas de esas que gustan tanto a la gente culta y entendida. Seguimos cruzando de nuevo hasta la Quinta Avenida, por el borde inferior del parque, pasando junto a los carros de caballos que te ofrecen un romántico paseo por la ciudad. Aqui el grupo se dividió pues cada uno quería hacer sus compritas particulares, nosotros descendimos por la 5ª avenida pasando por algunas tiendas, en el camino intenté comerme un preztel de esos que te venden por la calle, pero no hubo manera, porque le hechan sal gorda al pan caliente, y mi organismo no podía asimilar tanta sal, era como beber agua de mar. Lo peor es que la pelotita, se compró otro y le pasó lo mismo. Visitamos la NBA Store, un sitio genial para visitar, y de paso hacer alguna compra, adquirimos una pequeña camiseta de baloncesto de Gasol para el miniyo, je, je. Continuamos bajando llegando a San Patricio otra vez, solo que ahora entramos dentro, y nada, una catedral convencional pero más nueva, como puede ser la Almudena y similares. Seguimos bajando y llegamos a la Public Library que estaba cerrada por ser la hora que era (apenas las 18:30!!), aqui torcimos hacia el este, dirijiendo nuestros pasos hasta la Grand Central (si, la de Madagascar) , entramos, nos impresionamos con sus grandes vestíbulos, y salimos hacia el Chrysler, pero como era de noche, pues apenas pudimos ver sus gargolitas estilo Gotham. También vimos el hotel Hyatt, que fue la primera opción que barajamos cuando empezamos a preparar el viaje, alla por agosto del año pasado, y que pedazo de hotel, la próxima vez intentaremos colarnos en este a ver si nos dejan. Como habíamos quedado en la catedral, pues fuimos volviendo, pero dando un ligero rodeo, con tan buena suerte que en mi camino se cruzó una tienda de comics, ni más ni menos que Midtown Comics, entré pero apenas podía asimilar lo que veían mis ojos, eran demasiados comics, no hay manera de seguirlo, son muchisimos, estudié un poco por encima la distribución, y el merchandising. Todo lo que era medianamente interesante, estaba aqui en territorio patrio. Así pues, opté por salir de allí antes de que fuese demasiado tarde. Volvimos a la catedral donde nos reunimos con el resto del grupo, mis pobres y doloridas lumbares suplicaban un descanso, así que elegimos un sitio conocido, un McDonal's, donde plantamos nuestros cuartos traseros mientras dabamos cuenta de la comida. Tras esto se decidió por retornar al hotel a dormir, y aunque yo tenía aun energías para pasarme por Times Square, mi media mandarina no me dejó, haciendo que mis calzones se apretaran un poquito más arriba.
La verdad es que al llegar al hotel y pisar la cama, caimos como muertos...
Y así llegó la hora del partido, entramos en el estadio, compramos unos dedos gigantes de gomaespuma de esos que se ven en la tele (si lo se, pero es que somos victimas de la sociedad actual), buscamos nuestros sitios, que resultaron ser la ultima fila de la ultima grada principal, vamos que estabamos lejos, pero podía ser peor. Pese a todo, se veía bastante bien. Acudí a la barra para recoger viandas, para mi y mi mujercita, un par de perritos, unos nachos, y unas cocacolas tamaño medium, o lo que es lo mismo, de 1,5 litros lo que significa que la grande era como de 2 liltos.... Y así, pertrechados con nuestros dedos de gomaespuma, nuestros perritos y nuestras cocacolas, empezó el espectáculo. Lo primero el himno nacional, salio una tipa que creo que era una actriz, así como con mucha dignidad y tal, la gente se levanto, aunque no era el rollo que me imaginaba de mano en pecho y frente alzada, se levantaban y se callaban, punto, más o menos lo mismo que hice yo, para no ofender a nadie, (ya sabeis, son gente de gatillo fácil).
La cosa empezó flojilla, yo estuve aprendiendo a usar la camara, haciendo cientos de fotos, y algún video.
Los tiempos muertos y descansos entre cuartos, era lo más divertido, porque los únicos que descansaban eran los jugadores, el público disfrutaba de algun bailecito de las animadoras, de los niños bailarines, de la orquesta de harlem, de alguna entrevista, de concursos, no había tregua, cada vez que se paraba el juego, alguien salía a pista para entretener al personal, lo tienen bastante bien montado. En el descanso de mitad de partido, decidí levantarme y bajar por las gradas para ver hasta donde podía llegar, y la verdad es que llegué hasta prácticamente pie de pista, genial. Estuve mirando por si veía a algún famoso pero nada, hice algunas fotos a pie de pista y vi a los jugadores a tamaño real. una vez terminado el descanso, volví a mi sitio.
La segunda mitad fue más entretenida, el partido estaba más reñido y el público más entregado, y divertido. Cuando los Knicks atacaban la música era más cañera, y el público coreaba al ritmo impuesto por el marcador la frase "Let's go Knicks", y cuando defendían, la frase era "De-fense". Justo delante teníamos un grupo de disminuidos psiquicos (no, ninguno salía en Gran Hermano), que se lo estaban pasando en grande, gritaban más que nadie.
Hacía el final la cosa estaba igualada, aunque los Sacramento aparentaban llevar la iniciativa, la diferencia era siempre de pocos puntos. Los últimos segundos fueron emocionantes, un fallo en un triple de los Kings, decantó la balanza y los Knicks ganaron el partido, para gran regocijo mío, pues a fin de cuentas, el dedo de gomaespuma era de este equipo...
Salimos de allí sin problema ni excesivas aglomeraciones, y decidimos seguir rumbo norte e intentar ver Central Park. Desgraciadamente llegamos cuando estaba anocheciendo, por lo que en lugar de adentrarnos en el parque, tiramos hacia otro lado, vimos el Lincoln Center, una especie de palacio de congresos y musica, y danza, y arte, y cosas de esas que gustan tanto a la gente culta y entendida. Seguimos cruzando de nuevo hasta la Quinta Avenida, por el borde inferior del parque, pasando junto a los carros de caballos que te ofrecen un romántico paseo por la ciudad. Aqui el grupo se dividió pues cada uno quería hacer sus compritas particulares, nosotros descendimos por la 5ª avenida pasando por algunas tiendas, en el camino intenté comerme un preztel de esos que te venden por la calle, pero no hubo manera, porque le hechan sal gorda al pan caliente, y mi organismo no podía asimilar tanta sal, era como beber agua de mar. Lo peor es que la pelotita, se compró otro y le pasó lo mismo. Visitamos la NBA Store, un sitio genial para visitar, y de paso hacer alguna compra, adquirimos una pequeña camiseta de baloncesto de Gasol para el miniyo, je, je. Continuamos bajando llegando a San Patricio otra vez, solo que ahora entramos dentro, y nada, una catedral convencional pero más nueva, como puede ser la Almudena y similares. Seguimos bajando y llegamos a la Public Library que estaba cerrada por ser la hora que era (apenas las 18:30!!), aqui torcimos hacia el este, dirijiendo nuestros pasos hasta la Grand Central (si, la de Madagascar) , entramos, nos impresionamos con sus grandes vestíbulos, y salimos hacia el Chrysler, pero como era de noche, pues apenas pudimos ver sus gargolitas estilo Gotham. También vimos el hotel Hyatt, que fue la primera opción que barajamos cuando empezamos a preparar el viaje, alla por agosto del año pasado, y que pedazo de hotel, la próxima vez intentaremos colarnos en este a ver si nos dejan. Como habíamos quedado en la catedral, pues fuimos volviendo, pero dando un ligero rodeo, con tan buena suerte que en mi camino se cruzó una tienda de comics, ni más ni menos que Midtown Comics, entré pero apenas podía asimilar lo que veían mis ojos, eran demasiados comics, no hay manera de seguirlo, son muchisimos, estudié un poco por encima la distribución, y el merchandising. Todo lo que era medianamente interesante, estaba aqui en territorio patrio. Así pues, opté por salir de allí antes de que fuese demasiado tarde. Volvimos a la catedral donde nos reunimos con el resto del grupo, mis pobres y doloridas lumbares suplicaban un descanso, así que elegimos un sitio conocido, un McDonal's, donde plantamos nuestros cuartos traseros mientras dabamos cuenta de la comida. Tras esto se decidió por retornar al hotel a dormir, y aunque yo tenía aun energías para pasarme por Times Square, mi media mandarina no me dejó, haciendo que mis calzones se apretaran un poquito más arriba.
La verdad es que al llegar al hotel y pisar la cama, caimos como muertos...
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