El trayecto ocurrió sin incidencias, visitamos el vagón-bar, y estuvimos parados media hora en medio de las vías, pero por lo demás todo normal. Por las ventanas vimos bastantes casas y barrios, practicamente mezclados con la naturaleza, no se veían construcciones monstruosas salvo en las ciudades, el resto eran casas unifamiliares de uno o dos pisos, de madera. Se veían bastantes casas muy cutres, que supusimos que serían de gente más pobre.
Bueno, casi 4 horas después llegamos a Washington DC, al bajar lo primero que buscaba era un mapa, necesitaba ubicarme, saber donde estaba y a donde dirigirme. Encontramos a un ancianillo tras un mostrador que indicaba que era guía de la ciudad, así que le preguntamos. El tío se soltó un rollo que te cagas, y me quedé con poca cosa, pero conseguí un mapa que es lo importante. Más o menos esto fue lo que nos dijo.
1. La zona importante era el National Mall, el parque donde se encuentran, además de tropecientos museos, el Capitolio, el monumento a Washington, el Linoln Memorial, la Casa Blanca, y varios memorials de las diversas guerras.
2. No era una zona pequeña, nos explicó que había un autobús que hacía los típicos recorridos, y que pasaba cada 20 minutos, y con 20$ te sacabas un bono para usarlo durante el día. Ni puto caso...
3. El museo del Aire y del Espacio era el más popular, y a él personalmente le gustaba mucho el de los indios americanos...
4. En este museo se comía muy bien, diversos tipos de comida de distintas regiones de EEUU.
5. También nos explicó donde podíamos cenar, porque por aquí a las 17:30 cierran todo.
En fin tras agradecerle su amabilidad, "my taylor is rich, bla, bla", salimos por la puerta dirección a nuestro primer objetivo, (elegido por su proximidad). Mi media mandarina, y the little segoviana, cogieron un taxi pues habían quedado en la "Library of Congress" con una tipa, y no querían llegar tarde.
Diez minutos después, estábamos allí, a un lado el Capitolio y al otro la biblioteca. Hicimos algunas fotos y seguimos. El ambiente era totalmente distinto al de Nueva York, apenas había gente por el parque y no se veían altos edificios cerca. Tras andar un rato, dimos la vuelta al Capitolio. Las vistas desde este lado eran muy chulas, se veía el monumento a Washington (el obelisco ese gigante) y todo el parque en su extensión.
Decidimos que esperaríamos a la pelotita y a la segoviana en el museo de los indios americanos mientras tomábamos algo. Aprovechando nos dimos una vuelta por el museo y la verdad es que era interesante. Cuando nuestras expedicionarias se reunieron con nosotros, nos pusimos a comer. El autoservicio del museo estaba bien, siendo la base de la mayoría de las comidas patata, y manzana.
Tras una copiosa comidilla, salimos de allí con fuerzas renovadas, nos metimos en el museo siguiente que era el del Aire y Espacio, tío, tío, tío, como molaba este museo, desgraciadamente, no queríamos malgastar las horas diurnas encerrados en un museo, pero que buena pinta tenía. Pasamos rápido por la tienda del museo, donde adquirimos varias cosas molonas para mini-yo. Salimos del museo y empezamos a andar hacia el monumento a Washington, el obelisco ese que parecía estar ahí al lado, pero que descubrimos que estaba a tomar por culo de lejos. Andamos y andamos y andamos y por fin llegamos, exhaustos, y agotados al puto cacho de piedra, desde aqui se veía la casa blanca y el Lincoln Memorial, nuestro próximo objetivo.
Seguimos camino, esta vez por el parque, junto a la alargada piscina que se encuentra entre ambos monumentos. Finalmente llegamos, y allí estaba al subir las escaleras, la estatua de Lincoln sentada en su trono, bastante imponente. Una vez terminada esta visita buscamos un sitio donde sentarnos, pero lo único que había eran edificios oficiales, tras otra caminata encontramos un Starbucks y nos metimos, aqui estuvimos un buen rato, reponiendo fuerzas. Al salir, ya era de noche, decidimos ir hacia la estación. Pasamos antes por delante de la casa blanca, pero entre que era de noche y que llovía un poco, no pudimos ver gran cosa. En este punto la pelotita y yo decidimos ir andando a la estación, mientras que el resto del grupo fue en taxi, mariquitas...
Durante este paseo pudimos ver algo más de la vida de la ciudad, y aparentemente era una vida muy aburrida.
Llegamos a la estación un poco antes de la llegada del tren, por lo que recorrimos las tiendas mientras hacíamos tiempo.
El viaje de vuelta fue rápido, porque estuvimos durmiendo todo el trayecto, recuerdo haber comprado algo de comida para cenar en el vagón-bar, y luego nada más.
De nuevo en Nueva York, sobre las 0:00, caemos en la cama de manera estrepitosa, quedando dormidos en apenas unos segundos...
Bueno, casi 4 horas después llegamos a Washington DC, al bajar lo primero que buscaba era un mapa, necesitaba ubicarme, saber donde estaba y a donde dirigirme. Encontramos a un ancianillo tras un mostrador que indicaba que era guía de la ciudad, así que le preguntamos. El tío se soltó un rollo que te cagas, y me quedé con poca cosa, pero conseguí un mapa que es lo importante. Más o menos esto fue lo que nos dijo.
1. La zona importante era el National Mall, el parque donde se encuentran, además de tropecientos museos, el Capitolio, el monumento a Washington, el Linoln Memorial, la Casa Blanca, y varios memorials de las diversas guerras.
2. No era una zona pequeña, nos explicó que había un autobús que hacía los típicos recorridos, y que pasaba cada 20 minutos, y con 20$ te sacabas un bono para usarlo durante el día. Ni puto caso...
3. El museo del Aire y del Espacio era el más popular, y a él personalmente le gustaba mucho el de los indios americanos...
4. En este museo se comía muy bien, diversos tipos de comida de distintas regiones de EEUU.
5. También nos explicó donde podíamos cenar, porque por aquí a las 17:30 cierran todo.
En fin tras agradecerle su amabilidad, "my taylor is rich, bla, bla", salimos por la puerta dirección a nuestro primer objetivo, (elegido por su proximidad). Mi media mandarina, y the little segoviana, cogieron un taxi pues habían quedado en la "Library of Congress" con una tipa, y no querían llegar tarde.
Diez minutos después, estábamos allí, a un lado el Capitolio y al otro la biblioteca. Hicimos algunas fotos y seguimos. El ambiente era totalmente distinto al de Nueva York, apenas había gente por el parque y no se veían altos edificios cerca. Tras andar un rato, dimos la vuelta al Capitolio. Las vistas desde este lado eran muy chulas, se veía el monumento a Washington (el obelisco ese gigante) y todo el parque en su extensión.
Decidimos que esperaríamos a la pelotita y a la segoviana en el museo de los indios americanos mientras tomábamos algo. Aprovechando nos dimos una vuelta por el museo y la verdad es que era interesante. Cuando nuestras expedicionarias se reunieron con nosotros, nos pusimos a comer. El autoservicio del museo estaba bien, siendo la base de la mayoría de las comidas patata, y manzana.
Tras una copiosa comidilla, salimos de allí con fuerzas renovadas, nos metimos en el museo siguiente que era el del Aire y Espacio, tío, tío, tío, como molaba este museo, desgraciadamente, no queríamos malgastar las horas diurnas encerrados en un museo, pero que buena pinta tenía. Pasamos rápido por la tienda del museo, donde adquirimos varias cosas molonas para mini-yo. Salimos del museo y empezamos a andar hacia el monumento a Washington, el obelisco ese que parecía estar ahí al lado, pero que descubrimos que estaba a tomar por culo de lejos. Andamos y andamos y andamos y por fin llegamos, exhaustos, y agotados al puto cacho de piedra, desde aqui se veía la casa blanca y el Lincoln Memorial, nuestro próximo objetivo.
Seguimos camino, esta vez por el parque, junto a la alargada piscina que se encuentra entre ambos monumentos. Finalmente llegamos, y allí estaba al subir las escaleras, la estatua de Lincoln sentada en su trono, bastante imponente. Una vez terminada esta visita buscamos un sitio donde sentarnos, pero lo único que había eran edificios oficiales, tras otra caminata encontramos un Starbucks y nos metimos, aqui estuvimos un buen rato, reponiendo fuerzas. Al salir, ya era de noche, decidimos ir hacia la estación. Pasamos antes por delante de la casa blanca, pero entre que era de noche y que llovía un poco, no pudimos ver gran cosa. En este punto la pelotita y yo decidimos ir andando a la estación, mientras que el resto del grupo fue en taxi, mariquitas...
Durante este paseo pudimos ver algo más de la vida de la ciudad, y aparentemente era una vida muy aburrida.
Llegamos a la estación un poco antes de la llegada del tren, por lo que recorrimos las tiendas mientras hacíamos tiempo.
El viaje de vuelta fue rápido, porque estuvimos durmiendo todo el trayecto, recuerdo haber comprado algo de comida para cenar en el vagón-bar, y luego nada más.
De nuevo en Nueva York, sobre las 0:00, caemos en la cama de manera estrepitosa, quedando dormidos en apenas unos segundos...
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