El otro día me regalaron un comic del que había oído hablar, pero nunca me había pensado en comprar: Maus.
Pues bien, podría decirse que es una delicia, pero no, lo que es delicia no es, es más bien una tragedia, se pasa mal leyéndolo, por lo que si eso es meritorio, entonces este comic es cojonudo. Lo que realmente impacta de la historia en si, es que es real, pasó, y te la cuentan, y por el echo de que la dibujen con ratoncitos y gatos, no os creáis que se suaviza.
La historia está contada por el propio dibujante, a base de reunirse con su propio padre, un superviviente de Auschwitz.
Curiosamente me gustó más las historias del padre y sus problemas cotidianos, que el relato del holocausto. No se, me imagino que de tanta película contándote lo mismo, ya no impresiona tanto.
En fin, si te apetece pasarlo mal, sentir pena, que se te encoja el estómago, esta es tu historia. Aparte de eso, está perfectamente narrada, el dibujo limpio añade crudeza y el recurso de usar animales antropomórficos en lugar de seres humanos es algo que tras cinco minutos olvidas metiéndote de lleno en la historia. Hay un momento del comic, que el personaje encuentra una foto de cuando era joven, es uno de los mejores instantes del comic, pues el autor puso una foto real de su padre, muy emotivo (sobre todo para él).
Uno de esos comics que te hacen sentir diferente.
Pues bien, podría decirse que es una delicia, pero no, lo que es delicia no es, es más bien una tragedia, se pasa mal leyéndolo, por lo que si eso es meritorio, entonces este comic es cojonudo. Lo que realmente impacta de la historia en si, es que es real, pasó, y te la cuentan, y por el echo de que la dibujen con ratoncitos y gatos, no os creáis que se suaviza.
La historia está contada por el propio dibujante, a base de reunirse con su propio padre, un superviviente de Auschwitz.
Curiosamente me gustó más las historias del padre y sus problemas cotidianos, que el relato del holocausto. No se, me imagino que de tanta película contándote lo mismo, ya no impresiona tanto.
En fin, si te apetece pasarlo mal, sentir pena, que se te encoja el estómago, esta es tu historia. Aparte de eso, está perfectamente narrada, el dibujo limpio añade crudeza y el recurso de usar animales antropomórficos en lugar de seres humanos es algo que tras cinco minutos olvidas metiéndote de lleno en la historia. Hay un momento del comic, que el personaje encuentra una foto de cuando era joven, es uno de los mejores instantes del comic, pues el autor puso una foto real de su padre, muy emotivo (sobre todo para él).
Uno de esos comics que te hacen sentir diferente.
"...si te apetece pasarlo mal, sentir pena, que se te encoja el estómago..."
ResponderEliminar¿SENTIR?... ¿Mcklow?..
:)
Saludos y buen verano!
Bueno, ya sabes, de vez en cuando uno baja al plano de los mortales para poder experimentar lo mismo que ellos y así llegar a comprender como una especie tan precaria y debil, ha podido subsistir a lo largo de tantos ciclos...
ResponderEliminar¿Que os pasa?
ResponderEliminar¿ein?
ResponderEliminar¿uhm?
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