Bufff, que mal. Uno acaba hecho polvo después de terminar este cómic. Después de ocho números llegados con cuentagotas a nuestro país, se va cogiendo de manera inexorable cariño a los personajes, y aunque la catastrofe se veía venir, uno pensaba que no era más que un recurso para mantener la tensión. Pero no, el señor Kirkman lo ha vuelto a hacer, ha pulsado el botón de reset, y nos ha dejado a todos con el corazón encogido.
La muerte y la perdida de esperanza pueblan todas y cada una de las páginas del cómic, cuando uno cree que todo se va a solucionar, todo sufre un vuelco inesperado a peor. No hay ganadores, sólo más cadáveres que se suman a la legión de muertos vivientes.
Un número excelente, que junto a todos sus predecesores forman una estupenda obra.
En serio, te deja mal cuerpo.
La muerte y la perdida de esperanza pueblan todas y cada una de las páginas del cómic, cuando uno cree que todo se va a solucionar, todo sufre un vuelco inesperado a peor. No hay ganadores, sólo más cadáveres que se suman a la legión de muertos vivientes.
Un número excelente, que junto a todos sus predecesores forman una estupenda obra.
En serio, te deja mal cuerpo.
yo estoy enamorado de la serie.
ResponderEliminarAyer me lei otro nuevo que se llama XXXombies, que va de un brote en mitad de Hollywood, y los protas son, entre otros, un equipo de rodaje de pelis porno...